Windmill Hill, UK (2012)
La formación logra un equilibrio entre el adentro y el afuera, entre el arriba y el abajo, logra una resonancia entre el mundo de los ángeles y el de las personas. Crea una conexión con Dios, gracias a la cual la persona se siente en armonía, segura y protegida. Es así como podemos avanzar nuevamente hacia adelante, llenos de fe y confianza.